Algo interesante

Preocuparse por los años y los siglos en que ya no estaremos entre los vivos es como preocuparse por los años que han precedido nuestro nacimiento. Ni antes nos dolió, ni después nos dolerá. Deberíamos reflexionar más acerca del nacimiento que tiene igual relevancia que el asombroso hecho de la muerte.
El fin es el inicio de una nueva etapa
En este momento, mentalizo serenamente sobre la voluntad de Dios percibo que el mundo fenoménico es un escenario de expresiones de lo infinito. Todas las cosas se repiten pasando por transformaciones y se transforman a lo largo de las repeticiones. se suele decir que todo es transitorio e inconstante, pero no significa que la inconstancia implica desorden. Los cambios suceden según un patrón determinado que se repite. Cada día comienza con el amanecer termina el anochecer. Cada año termina al completar doce meses, pasando por la primavera, verano, otoño e invierno. El cuerpo humano nace, crece, envejece y muere. En todo existe el comienzo y el fin. pero el fin es el inicio de una nueva etapa. Con el fin de la noche llega el amanecer, con el fin del invierno llega la primavera,